Mi chicarmónica

Yo quiero conocer esas notas de colores que salen de su arpa cuando toca. Imitarlas con mi pequeña armónica, violando todos los copyrights habidos y por haber. No soy ningún genio tocando, ni espero que el espectador lo sea escuchando... pero qué importa ¡todo lo hacemos por autosatisfacción! Y comienzo a soplar emocionado, y las notas se atascan dentro del instrumento. Embotellamiento como los que ocurren en la capital en hora punta. Soplo más fuerte y todas salen de golpe, en un estallido de sonido. O más bien de ruido. Estoy soplando como un loco, y no sé tocar. ¿Y eso a quién le importa? ¡Tocar es divertido! Tocar con sentimiento, con intensidad, con vida. Tocar como si todo se terminara a cada minuto, como si el mundo fuera un petardo de mecha corta que se bufa, quién sabe cuándo va a estallar. No necesito partitura: Mi pentagrama es tu rostro.
Tus ojos, notas redondas;
tus labios, notas corcheas;
tus pestañas, semifusas;
tu oscuro pelo, una melodía de notas negras
y tu blanca piel, otra de notas blancas.
Y si me acuerdo de tí, ¡ya puedo montar una orquesta!
Cuando callas, los silencios.
Cuando hablas, el violín.
Si estás triste, un contrabajo.
Cuando ríes, un clarinete.
Cuando gritas, una gaita.
Y cuando lloras... se me acaba la orquesta.
Y si me besas... el tempo se me acelera.
Y si me abrazas... toda la orquesta increscendo.
Y si me olvidas... pierdo la partitura.

Porque eres pequeña como la armónica, quiero besarte de veinte formas distintas para sacarte todas las notas. Y luego si me dejas, te busco los acordes... para tocar una canción única, original, que sirva de banda sonora en todas las noches en vela en que pienso en tí.
Y no eres la mejor,
ni eres la más guapa,
ni tampoco la más lista,
pero un guiño de tus ojos cambia el ritmo de mi corazón.
Dulce aire aquél que abanicas con tus largas pestañas, es mejor respirar cerca de tí. Todo huele mejor, todo sabe mejor. Todo suena mejor. Las desafinadas notas de mi armónica se me antojan mucho más bellas; será porque observo tu rostro, y una desaliñada melodía de amor inunda mi aire.